Sexualidad y felicidad

Por: Jose Martin Romero Zuluaga  | Colombia

«¿Qué pasaría si te dijera que tu felicidad va a aumentar en la medida en que tengas una vida enfocada a la sana sexualidad?»

En el mundo de hoy, encontramos una gran cantidad de información que nos habla sobre la sexualidad y nos vende una “felicidad” errónea.

Estamos en medio de unasociedad de consumo que te vende la sexualidad como comprar un pan a la vuelta de la esquina. ¡Amigo! – ¿Crees que tu cuerpo vale un dólar o  vale millones? Bueno, no sé que pienses del tuyo, pero el mío no se compra, ni se vende con dinero. Tiene sólo un precio: el amor. El amor que puede darme una mujer, o en el caso de las mujeres, el amor que les puede dar un hombre. Incluso, las personas que han decidido vivir en celibato, el amor de Dios es el verdadero precio de su sexualidad. Yo sé que pueda sonarte raro, pero no te asustes y prepárate, qué esto es más hermoso y profundo de lo qué te puedes imaginar.Es como  cuando subes a una montaña rusa. Sientes esa adrenalina de llenarte de amor y luchar contra tus propios vicios, sabiendo que así creces en virtudes, te conviertes en un ser humano más integral y obtienes un sentido social; pues buscas una sociedad más bella y más armónica.

Para dar razones a estas afirmaciones, es necesario entender el verdadero valor del cuerpo humano y comprender que este tiene valor en sí mismo. Sin embargo, no solo la carne es valiosa, tu alma también lo es. Para comportarnos acorde a lo que esperamos de los demás, necesitamos saber esas verdades. ¿Te consideras valioso por cosas superficiales?, ¿a caso tu valor como persona se mide por lo que muestras de manera superficial?, o más bien, ¿este valor se mide por lo que eres por dentro como persona?; pero, ¿dónde queda tu verdadero valor?, ¿dónde está ese valor que tú tienes como ser humano? No me digas que porque vives una sexualidad promiscua vives moralmente bien, ni me digas que la sexualidad enfocada a la castidad es una sexualidad de los abuelos, porque esto es totalmente falso. La verdad ha sido la misma y será la misma para siempre. Eso no es cambiante en edad, ni en ideologías políticas o  en religión. Esto va más allá. Es una verdad revelada desde hace milenios.

 ¿Qué pasaría si te dijera que tu felicidad va a aumentar en la medida en que tengas una vida enfocada a la sana sexualidad?

Se debe entender que la sexualidad debe estar enfocada al amor tanto al propio, como a tu pareja. Cuando tú te valoras, te pones retos, vas a querer lo mejor para ti, tu autoestima se refleja en la medida en que eres feliz y te sientes orgulloso con lo que haces. Hay cosas que son más evidentes que otras, por ejemplo, sabemos que dormir más de las horas necesarias te lleva a incumplir tus deberes y a obstaculizar tu proyecto de vida, ¿qué haces? O te levantas rápido y dejas la pereza al lado con ayuda de la voluntad, o te quedas dormido y afrontas los resultados de tu falta. Así mismo ocurre en la sexualidad, pero a veces, esto no es tan evidente; pues sólo con el paso de los años te darás cuenta como desmoronaste tu vida e impediste una felicidad plena y sincera. Cuando vives la sexualidad con ese sentido de amor y de verdadera felicidad, buscando la de tu familia, pareja y la de la misma sociedad, forjando la voluntad, vivirás una sexualidad ordenada y dejarás que ese verdadero amor entre en tu vida; si por el contrario lo vives de forma desordenada, verás que con el tiempo, al igual que con la pereza, tendrás malas consecuencias.

Debes saber que tú eres producto de tus hábitos. Si te acostumbras a una vida de promiscuidad y de desorden  sexual, tu cuerpo se acostumbrará y tú mismo te consolarás diciendo que somos carne y que por eso, no podemos superar ciertos aspectos impregnados en la misma naturaleza humana. Déjame decirte que esto es falso, porque los seres humanos somos completos y llenos de capacidades. Todos, absolutamente todos, somos capaces de hacer cosas grandiosas y cambiar a otras personas con nuestro ejemplo. A veces podemos equivocarnos, pero si te caes, levántate y sigue porque la vida es una sola como para desperdiciarla.

La verdadera sexualidad es una combinación entre cuerpo y  alma. Es ese valor que nos lleva a trascender en lo sexual para convertirnos en seres más virtuosos. La finalidad misma de la sexualidad es vivir una real afectividad con el fin de procrear y establecer un verdadero vínculo de amor con el otro.

Dios en su inmensa sabiduría y amor ha decidido tener un plan con cada uno de los hombres, pero así mismo nos dio la libertad de obrar según nuestras propias decisiones. Dios creó seres humanos, no robots que actúan programados; por eso somos libres de escoger el camino que deseamos. Sin embargo, si seguimos lo que Dios ha decidido seremos realmente felices. Cuando Dios nos  pide algo, no es en vano. Siempre será algo que enriquecerá nuestra alma y nos hará libres. Cuando Dios nos pide una vida sexual casta, lo hace con intención de darnos la verdadera felicidad y orden en nuestra vida.

La sociedad está herida por esta sexualidad no vivida acorde a lo que Dios pide. Por eso es que hoy los matrimonios se destruyen, no se respeta el cuerpo y el sexo ha perdido su valor divino. Esto ha destruido la sociedad y el  verdadero significado del amor. Se tiende a pensar que es tanta la necesidad del hombre a los placeres  sexuales, que sería imposible la existencia de un amor real y sincero. La fidelidad, según muchas personas, ya no existe porque  la carne es “débil” y la castidad está desfasada, considerándola como algo fuera de este “nuevo” mundo. Como jóvenes no debemos caer en las garras de este mensaje. Por el pecado original, somos propensos al mal, sin embargo, existen medios que pueden ayudarnos a formarnos doctrinalmente, conocer más sobre este tema y sacramentos que nos ayudarán a acrecentar nuestra gracia.

No dejes que los medios de comunicación destruyan tu vida y la de tu familia. Súbete a esta montaña rusa, alza las manos y vive la alegría y la felicidad de creer en lo que Dios tiene ordenado y organizado para ti. Luego te sentirás como un héroe, un ser diferente porque cuando actúes con transparencia y sinceridad, reflejarás verdad. Y a pesar que el camino no es fácil, es más tranquilo y llevadero, es más pleno y virtuoso. Tenemos la dignidad de ser humanos que nos da la facultad de lograr cosas increíbles en nuestra vida. Busca una verdadera felicidad.

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