Dr. Bernad Nathanson: Co?mo legalizar el crimen del aborto?

Hacerse con los medios de comunicacio?n; falsificar estadi?sticas; jugar la carta del anticatolicismo; ignorar la evidencia cienti?fica.

El 21 de febrero del 2011, fallecio? Bernard Nathanson, el me?dico que de “rey del aborto”, como se lo llamo?, se convirtio? en uno de los ma?s importantes defensores de la vida humana desde la concepcio?n.

Su cambio radical de me?dico abortero a me?dico pro-vida, se concreto? a trave?s de evidencias cienti?ficas. “Como cienti?fico no creo, yo se y conozco que la vida humana comienza en la concepcio?n”, escribio? en 1992.

Se reconocio? como responsable directo de la muerte de 75.000 nin?os no-nacidos. Abandono? la industria del abominable crimen del aborto en 1979. Su testimonio, especialmente a trave?s de dos peli?culas, “El Grito Silencioso” (1984) y “El eclipse de la razo?n” (1987) y de su autobiografi?a “La Mano de Dios” (1996), es capital para el esclarecimiento y la promocio?n de la defensa de la vida del nin?o no-nacido en todo el mundo.

En 1992, escribio? una carta pu?blica que constituye un testimonio excepcional y una advertencia a tener muy en cuenta, sobre todo en los pai?ses que sufren la presio?n abortista para legalizar el crimen abominable del aborto.

Carta abierta del Dr. Bernard Nathanson (1992):

“Soy responsable directo de 75.000 abortos, lo que me empuja a dirigirme al pu?blico poseyendo credibilidad sobre la materia.

Fui uno de los fundadores de la Asociacio?n Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en los Estados Unidos, en 1968. Entonces una encuesta veraz hubiera establecido el hecho de que la mayori?a de los norteamericanos estaban en contra de leyes permisivas sobre el aborto. No obstante, a los 5 an?os conseguimos que la Corte Suprema legalizara el aborto, en 1973. ¿Como lo conseguimos? Es importante conocer las ta?cticas que utilizamos, pues con pequen?as diferencias se repitieron con e?xito en el mundo Occidental.

Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicacio?n; les convencimos de que la causa proaborto favoreci?a un avanzado liberalismo y sabiendo que en encuestas veraces seri?amos derrotados, aman?amos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; segu?n ellas el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantacio?n de leyes permisivas de aborto. Fue la ta?ctica de exaltar la propia mentira y asi? conseguimos un apoyo suficiente, basado en nu?meros falsos sobre los abortos ilegales que se produci?an anualmente en USA. Esta cifra era de 100.000 (cien mil) aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicacio?n fue de 1.000.000 (un millo?n). Y una mentira lo suficientemente reiterada, la opinio?n pu?blica la hace verdad.

El nu?mero de mujeres que mori?an anualmente por abortos ilegales oscilaba entre 200 y 250, pero la cifra que continuamente repeti?an los medios era 10.000 (diez mil), y a pesar de su falsedad fue admitida por muchos norteamericanas convencie?ndoles de la necesidad de cambiar las leyes sobre el aborto.

Dr. Bernad Nathanson

Otro mito que extendimos entre el pu?blico, es que el cambio de las leyes solamente implicari?a que los abortos que se practicaban ilegalmente, pasari?an a ser legales. Pero la verdad es que actualmente, el aborto es el principal medio para controlar la natalidad en USA. Y el nu?mero de anual de abortos se ha incrementado en un 1500%, 15 veces ma?s.

La segunda ta?ctica fundamental fue jugar la carta del anticatolicismo. Vilipendiamos sistema?ticamente a la Iglesia Cato?lica, calificando sus ideas sociales de retro?gradas; y atribuimos a sus Jerarqui?as el papel del «malvado» principal entre los opositores al aborto permisivo. Lo resaltamos incesantemente. Los medios reiteraban que la oposicio?n al aborto procedi?a de dichas Jerarqui?as, no del pueblo cato?lico; y una vez ma?s, falsas encuestas «probaban» reiteradamente que la mayori?a de los cato?licos deseaban la reforma de las leyes antiaborto. Y los tambores de los medios persuadieron al pueblo americano de que cualquier oposicio?n al aborto teni?a su origen en la Jerarqui?a Cato?lica y que los cato?licos proaborto eran los inteligentes y progresistas. El hecho de que grupos cristianos no cato?licos, y au?n ateos, se declarasen pro-vida, fue constantemente silenciado.

La tercera ta?ctica fundamental fue denigrar o ignorar, cualquier evidencia cienti?fica de que la vida comienza con la concepcio?n.

Frecuentemente me preguntan que es lo que me hizo cambiar. ¿Co?mo pase? de ser un destacado abortista a un abogado pro-vida? En 1973 llegue? a ser Director de Obstetricia en un gran Hospital de la ciudad de Nueva York, y tuve que iniciar una unidad de investigacio?n perinatal; era el comienzo de una nueva tecnologi?a que ahora utilizamos diariamente para estudiar el feto en el u?tero materno. Un ti?pico argumento pro aborto es aducir la imposibilidad de definir cuando comienza el principio de la vida, afirmando que ello es un problema teolo?gico o filoso?fico, no cienti?fico.

Pero la fetologi?a demuestra la evidencia de que la vida comienza en la concepcio?n y requiere toda la proteccio?n de que gozamos cualquiera de nosotros.

Ud. podri?a preguntar: ¿Entonces, por que? algunos doctores, conocedores de la fetologi?a, se desacreditan practicando abortos?

Cuestio?n de aritme?tica: a 300 do?lares cada uno, un millo?n quinientos cincuenta mil (1.550.000) abortos en los Estados Unidos, implican una industria que produce 500 millones de do?lares anualmente.

De los cuales, la mayor parte van a los bolsillos de los doctores que practican el aborto.

Es un hecho claro que el aborto voluntario es una premeditada destruccio?n de vidas humanas. Es un acto de morti?fera violencia. Debe de reconocerse que un embarazo inesperado plantea graves y difi?ciles problemas. Pero acudir para solucionarlo a un deliberado acto de destruccio?n supone podar la capacidad de recursos de los seres humanos; y, en el orden social, subordinar el bien pu?blico a una respuesta utilitarista.

Como cienti?fico no creo, yo se y conozco que la vida humana comienza en la concepcio?n. Y aunque no soy de una religio?n determinada, creo con todo mi corazo?n que existe una divinidad que nos ordena finalizar para siempre este infinitamente triste y vergonzoso crimen contra la humanidad”.

Dr. Bernad Nathanson

Parliamentary Network for Critical Issues (PNCI), 21-02-11.

4 thoughts on “Dr. Bernad Nathanson: Co?mo legalizar el crimen del aborto?

  1. Lo mejor es escuchar a quienes tienen testimonios verdaderos sobre el tema y que han logrado estaablecer su propia opinion sobre el tema.

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