Los valores no son lo mismo que las virtudes

Por:  Melissa Núñez | El Salvador

«El valor es impersonal, está presente de forma abstracta. La virtud se concreta, está presente, en los actos de la persona.»

Los valores y las virtudes coinciden en que ambos desean excelencia pero difieren en que las virtudes son propiamente humanas mientras que los valores pueden ser humanos y también pueden ser relativos a los objetos. Todo tiene un valor, las cosas tienen valor, las personas tenemos valor, el valor es relativo. Mi madre es más valiosa para mí que lo que puede ser un extraño.

Los valores son lo que algo o alguien tiene de bondad o de importancia para un propósito. Un millón de dólares tienen más valor que un dólar. Una pintura original tiene más valor que una copia, una persona con educación, belleza, inteligencia, generosidad, tiene más valores que un delincuente cuyas oportunidades no le permitieron tener esas cualidades estéticas, intelectuales y morales.  Los valores son de tipo material, intelectual, estético, económico, pueden ser otorgados por factores externos como la suerte, las oportunidades, el mercado, las tendencias y modas.

Los valores son ideas abstractas que se quieren alcanzar. (Solidaridad, belleza, bien, justicia, amistad) Las virtudes son hábitos operativos buenos que un ser humano ha adquirido o está en proceso de adquirir con esfuerzo, por repetición libremente, porque quiere ser virtuosa. El valor es impersonal, está presente de forma abstracta. La virtud se concreta, está presente, en los actos de la persona.

Los valores son buenos en su fin, aunque no necesariamente en sus medios. El valor de la solidaridad es deseable en una sociedad, independientemente de su razón última, frecuencia con que se practica o medios utilizados. El solo hecho de ayudar a otro es un acto de valor aún si es un acto aislado. La virtud es buena en cuanto que su fin y los medios para alcanzarla son elegidas por la persona para bien de otros, hay rectitud de intención y es un hábito ya adquirido, se realiza de forma constante.

Una persona que ayuda a otra puede practicar el valor, más no la virtud. Una persona que siempre ayuda a otros por norma de vida, con total convencimiento, y de forma incondicional practica la virtud. Los valores son deseables pero no pertenecen al ser. Le dan valor pero no le hacen más persona.  Las virtudes perfeccionan al ser, ya que son decisiones tomadas para mejorarse a sí mismo al servicio de los demás. Le hacen más persona en cuanto que involucran el correcto uso de la inteligencia, los afectos, la voluntad y la libertad hacia el bien y la verdad.

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