La historia de Ali

Por: Andrea Lemus | El Salvador

Margarita

Y en mi opinión, los niños son de los mejores regalos que existen, en fin cada uno de nosotros fue uno o ¿no? Ali solo era una niña más sin culpas ni remordimientos.

Margarita era una muchacha de mediana estatura, de tez clara y  era una muy  buena estudiante. Vivía sola con su madre pues su padre había muerto debido a problemas de alcohol. Su madre, Tania,  con muchos problemas pero con mucho amor y trabajo logro sacarla adelante a pesar de todas las adversidades hasta que Margarita logró completar su primer año de bachillerato.

Margarita tenía un novio quién decía quererla mucho, respetarla y protegerla, después de unos meses de noviazgo su novio le pidió la bendita prueba de amor. Como era de esperarse ella debido a la presión de sus amigas y al temor de perder a su amado a quién creía irremplazable cedió ante sus suplicas. Como es natural en la mayoría de parejas  después de la primera vez empezaron con una vida sexual activa que según ellos podían controlar. Una tarde Margarita estaba en la hamaca de su humilde morada tomando una limonada,  al querer levantarse de la hamaca su casa empezó a ponerse de cabeza, un fuerte mareo la dejo en el suelo viendo lucecitas. Una sospecha invadió su cuerpo y ya todos nos imaginaremos la razón de su mareo. Pues no tardo en darse cuenta de su embarazo luego de esos síntomas repentinos. Le dijo a su mamá y a su supuesto príncipe quién al enterarse le ofreció ayuda tan solo si quería realizar un aborto si decidía tenerlo él se pintaba de colores y jamás volvería a aparecer.

Su madre de buen corazón y con mucha sabiduría supo convencer a Margarita de no tomar una decisión equivocada. Logró hacerla entender de que dónde comen 2 se hace el esfuerzo y comen 3, sin embargo Margarita tenía que dejar de estudiar al menos un año. Su madre trabajaba y llevaba lo que podía a la casa per alguien tenía que cuidar a la bebé. Todo el embarazo transcurrió con normalidad y Margarita dio a luz a una hermosa niña,  con piel clara y ojos grandes  como los de ella, a la cual llamo Alicia. Debido a las debilidades en la nutrición de Margarita Alicia tenía un cromosoma de más, esto le provoco  síndrome de Down a la pequeña. Entre pañales y leche  inundada en la desesperación, entre el deseo de superación y la necesidad de cuidar a su bebé Margarita no sabía   qué hacer y su madre tuvo que trabajar aún más. Después de un año de intensos cuidados, de soportar muchas burlas y problemas económicos Margarita llevó a Alicia al parque  en el centro de la ciudad, la cual no era muy pequeña, entró a una iglesia, dejó a Alicia sentada en una de las bancas de la iglesia  y le dijo que el hombre en la cruz la cuidaría en lo que ella iba por unos sorbetes. Esperando nada más que tal vez el tiempo volviera encontrar a las tres.

Cuántas historias cómo estas no se repiten no solo en El Salvador, donde últimamente los niños son dejados hasta en los asientos de los microbuses,  se repiten en todas partes del mundo. ¿Será justo para las madres?  ¿Será justo para los niños? Todo niño sea con discapacidad o no tiene el derecho a un padre, una madre, educación especial si es necesaria, a seguridad social. Si en algún caso los niños no poseen a sus padres la sociedad debe encargarse de brindarle todo lo necesario para su desarrollo. Con nuestras instituciones nacionales, con la violencia que rodea nuestras calles. Creen ustedes que es justo para un niño que se le haga esto. ¿Es esto respeto a la vida? No podemos juzgar de inmediato por qué cada madre hace lo que hace pero lo principal sería tratar de averiguar ¿Qué podemos hacer nosotros respetar el derecho a la vida de estos niños?

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