Por: Jimmy Mejía | El Salvador
Nadie en este mundo tiene el derecho a decidir sobre la vida o muerte de otra persona bajo ninguna circunstancia, sin embargo el hecho de abortar es lo mismo que matar, puesto que desde su fecundación ya es una persona que tiene derecho a la vida y por tanto hay que respetarla.
Hoy en día todos nos estremecemos al escuchar que las pandillas o cualquier otro grupo delictivo mata a una persona de formar brutal, como por ejemplo cuando las hacen desmenbradas, pero no hay mucha diferencia con lo que le hacen a un niño cuando abortan por el método dilatación y curetaje.
Este método (uno de los más crueles) consiste en que una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta se introduce en la vagina y se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en pedazos con ayuda de los forceps.
Por desgracia este método está convirtiéndose en el más usual. Es injustificable que en muchos países el aborto sea legal, cuando viola no solo a la constitución la cual protege el derecho a la vida, sino también viola la ley de Dios, que prohíbe bajo toda circunstancia matar.
Si alguna vez has deseado la cárcel para todas aquellas personas que han matado, piensa que si decides abortar te estas convirtiendo en un homicida, y como si fuera poco el hecho de matar, recuerda que es a tu hijo al que estas matando, sangre de tu sangre.
