Por: Jimmy Mejía | El Salvador
La eutanasia es algo que sea que la gente lo acepte o no, que lo critique o lo apoye, todo eso parece no tener importancia al fin y al cabo ya que es una práctica que se realiza mucho en todo el mundo.
La iglesia católica dice que «la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de la persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal. Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio»
Dicho esto todos aquellos que creen en Dios no deberían siquiera en pensar y mucho menos apoyar o avalar la eutanasia, puesto que si se vive bajo la ley del supremo Creador este debería ser un acto repudiado ya de que apoyarlo sería como apoyar el suicidio u homicidio.
Al respecto la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la eutanasia es “el homicidio intencional de aquellos que han expresado, de manera libre y con competencia plena, el deseo de ser ayudados a morir”, es el “suicidio asistido profesionalmente; y la muerte intencional de los recién nacidos con anomalías congénitas que pueden o no ser una amenaza para la vida”
Tanto la máxima entidad eclesiástica como la OMS coinciden es que es un suicidio la eutanasia, entonces si se está de acuerdo que es un suicidio ¿por qué se permite? si las leyes de todos los países del mundo prohíben y por supuesto no avalan el homicidio ni suicidio.
Se mire bajo la óptica que se mire no deja ser una muerte provocada por el hombre, además, quién es el hombre para decidir la vida de una persona, si Dios le ha dado la oportunidad de la vida a las personas sea cual sea su situación o circunstancias el hombre no es nadie para detener el curso natural de la vida.
