A la economía y a mí también nos importa la Familia

Por: Laura Morataya | El Salvador

HomeFamiliaLatina

La juventud es una etapa maravillosa que nos regala la vida para trazarnos metas, visualizar nuestro futuro y prepararnos para él. Hoy en día podemos encontrar jóvenes que no se preguntan si las decisiones que toman hoy les afectarán en el mañana o si les darán algún beneficio. También, podemos toparnos con jóvenes que sí piensan en las consecuencias de los actos que realizan. Hay de todo.

Este artículo no se trata de hacerte creer que serás castigado por algo no tan bueno que hagas hoy. No es mi idea. Al contrario, estas letras están orientadas a motivarte, a tomar acción desde hoy para que en tu vida alcances la felicidad y a la vez,  te unas a la construcción de una mejor sociedad.

Hay muchos estudios, entre ellos el de Carroll Ríos Rodríguez, una guatemalteca que asegura que la familia intacta ayuda a reducir el número de niños viviendo en pobreza así como la violencia contra la niñez y la mujer (El impacto económico de la familia, cátedra empresarial UNIS). Los políticos intentan buscar soluciones rápidas y fáciles para los problemas de seguridad, sociales, la economía y la violencia. No se ponen a pensar que además de buscar esas soluciones, deberían promover una institución  que a través del tiempo, indeterminadamente la civilización o cultura, ha sido considerada el núcleo de la sociedad. Hablo de la familia. Esta tiene un impacto positivo en la economía de un país: desde el punto de vista económico, es ventajoso para la sociedad que se formen más familias y que los cónyuges perseveren, logrando crear un ambiente estable y amoroso para su prole. A la vez, los problemas de inseguridad, violencia, educación, entre otros, pueden ser reparados si existe promoción al cien por ciento hacia la familia. Puede ser un beneficio a largo plazo, pero hay que comenzar ya.

Y me preguntarás, ¿cómo puedo influir en las demás familias? Te digo: comienza por la tuya. Aquellas pequeñas cosas, detalles y manifestaciones de cariño dentro de tu familia aportarán mucho para una mejor convivencia. Así tus hermanos, demás familiares y amigos se darán cuenta con tu ejemplo que apostarle a la familia sí vale la pena, que casarse sí vale la pena y procurar que la familia esté integrada vale muchísimo más. Luego exige a las autoridades que este derecho y  bien sea defendido a toda costa y que así, todas las personas puedan crecer y desarrollarse en un ambiente más humano.

No te desanimes. Esta no es una tarea fácil, pero tampoco inalcanzable. Los problemas de la “vida diaria” pueden parecerte grandes olas, incluso aquellas opiniones de otros que aseguran que nadie debe meterse en la vida de los demás y que la familia es una realidad relativa. No es cuestión de religión, es ley natural, aplicable para todos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *