¡Seamos todos provida!

Por:  Melissa Núñez | El Salvador

Seamos todos provida

Hoy cumplo años y quiero celebrarlo compartiendo lo que he aprendido sobre la vida. Celebramos nuestros éxitos, aniversarios,  conmemoraciones culturales, religiosas, días importantes en los que recordamos o apreciamos quiénes somos, nuestro pasado y futuro, pero la celebración de nuestro cumpleaños es la fiesta que abre la puerta a  todas las otras. Es una muy importante en que gozamos nuestra existencia, la de todo lo que nos rodea y la de los demás. Lo hacemos compartiendo un pastel y apagando unas velas que representan los años que hemos vivido y pedimos tres deseos para los años venideros.  Recibimos regalos, abrazos y muestras de cariño que significan la alegría  que otros tienen por nuestra existencia.

Es un día y una fiesta pro vida. Nadie celebra la muerte, ni la enfermedad aunque ambas traen aprendizajes si las llevamos con madurez. Es la vida la que consideramos un regalo y una alegría a pesar de las dificultades y sufrimientos que ella conlleva.  Nuestro cumpleaños es, o  debe ser,  un momento para dar gracias a nuestros padres y a Dios si creemos en El, y si no a la naturaleza. De cualquier forma nos damos cuenta que es algo que nos supera, porque no la hemos pedido y sin embargo la recibimos, que no depende de nosotros tenerla, por tanto tampoco podemos renunciar a ella, ni podemos tomar la vida de alguien más.

En este día en que celebro mi vida, doy gracias a Dios, y a mis papás por decidir tenerme, por quererse y quererme, por sacrificarse y por enseñarme a vivir con las cosas buenas y malas, lo fácil y lo difícil, lo bonito y lo feo. A todos mis amigos por sus saludos, felicitaciones, cariño, por ayudarme a ver el mundo como un lugar más agradable. Celebro que gracias a ese cariño, a la educación y a la fe, se logra levantar la vista y alcanzar a ver toda la realidad no solo la perspectiva propia o solo el lado oscuro. Si uno se da cuenta de esto  entonces uno ve la verdad y ama la vida.

Para las personas que creen que el mundo es un lugar donde se viene a sufrir, los que están de acuerdo con el aborto, la eutanasia y la pena de muerte,  que apoyan las medida artificiales de control de la natalidad, ustedes viven la vida y la gozan, saben que es algo grande, que no tiene precio,  aman su  derecho  a vivir pero no se han dado cuenta de algo : este es un derecho universal no se lo merecen o desmerecen algunos dependiendo de su salud, su sexo, su edad o su solvencia económica, no podemos dar la vida y tampoco quitarla. La vida no es de nadie y es de todos, no corresponde a algunos decidir, ni siquiera a quien engendra, pues tampoco es una decisión de dos personas el  dar vida, la vida es mucho más complicada, más grande. Así que si todos amamos la vida, todos debemos defenderla.

Beata Teresa de Calcuta, escribió lo siguiente, (que aunque parecen solo palabras bonitas) son palabras que encierran el verdadero sentido de la vida con toda su grandeza ante nuestra debilidad:

La vida es una oportunidad, aprovéchala;

La vida es una belleza, admírala;

La vida es bendición, disfrútala;

La vida es un sueño, házlo realidad;

La vida es un reto, afróntalo;

La vida es un juego, juégalo;

La vida es preciosa, cuídala;

La vida es algo valioso, consérvala;

La vida es un misterio, descúbrelo;

La vida es una promesa, cúmplela;

La vida es dolor, supéralo;

La vida es un himno, cántalo;

La vida es un combate, acéptalo;

La vida es aventura, desafíala;

La vida es una tragedia, enfréntala;

La vida es suerte, merécela;

La vida es vida, defiéndela

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