No debemos caer en el mismo error que los países «desarrollados»

Por: Aldo Medina | El Salvador

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En los últimos días hemos podido darnos cuenta de leyes nuevas en algunos países como Estados Unidos, acerca de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cual algunos sectores de nuestro país han visto con buenos ojos y hasta se han pronunciado para que en El Salvador se dé este tipo de leyes.

Es de tener en cuenta que tanto en el aspecto legal como moral esta situación no es permitida en nuestro país, es preocupante como personas salvadoreñas emigran hacia otro país para casarse con una persona del mismo sexo, pero no se hacen la pregunta: “¿ese matrimonio es legal?”. Nuestra legislación de familia es clara en sostener que “El matrimonio es la unión legal entre un hombre y una mujer, con el fin de establecer una plena y permanente comunidad de vida” artículo 11 del Código de Familia.

Si bien es cierto hay que respetar la decisión de las personas, pero hay que considerar que una cosa es respetar y otra estar de acuerdo, se debe tener en cuenta que la familia que se deriva del matrimonio es la base de nuestra sociedad, la familia tiene la obligación de educar de una buena manera a los hijos de la misma, sino hay que imaginarse como viviría un niño o niña al tener padres del mismo sexo, a quien le día papá y a quien le diría mamá.

Somos un país tercer mundista pero cuando queremos imitar lo que no es correcto,  somos los primeros,  y no digo lo correcto por ser mi percepción, sino por lo que la misma ley salvadoreña cita. Nuestros legisladores deben tener claro lo redactado en la Constitución de la República y en las leyes en materia de familia, no opino en lo relacionado a la cuestión religiosa, porque de todos es sabido que es una aberración tener relaciones con personas del mismo sexo.

Enfoquémonos en la ley, lo que permite y lo que no; y el aspecto más importante: un hijo que adopten estas parejas, quiere decir que es un hijo de una mujer, la cual ya sea por negocio o por ser no deseado lo ha dado en adopción, se debe ser vigilante que nuestros niños crezcan en hogares con familias de padre y madre.

Dios ha creado al hombre y a la mujer para estar juntos y que estos expandan la especie en la tierra, caso contrario están violando la ley divina, y si no son religiosos, ya sabemos lo que la ley dice, ¿también violarán la ley?

Respeto la decisión de las personas pero siempre y cuando estén dentro del marco jurídico – legal que impera en nuestro El Salvador.

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