No mañana, no ayer…

Por: Andrea Lemus | El Salvador

“Yo me levanto en la mañana y doy gracias a Dios por el momento en el que abro los ojos de nuevo, me espera una nueva aventura, nuevos recuerdos, nuevas experiencias, quién sabe y hasta alguien especial. Pero debería empezar por poner los pies en el suelo porque sin eso no me puedo levantar”

Cuántos se han levantado y han pensado que el día va a transcurrir como cualquier otro sin ninguna preocupación, viviendo la rutina, siguiendo los horarios y todo lo que planeamos un día antes. ¿Extraño no? Como siempre vivimos en el futuro o en el pasado, recordando lo que tenemos que hacer o recordando algún error que no nos deja vivir en paz por el llamado de nuestra conciencia. Pero qué pasa cuando de repente un suceso inesperado viene y sacude nuestro día tan inesperadamente. Qué tal si es una noticia maravillosa y alegra completamente el día o qué tal si es una noticia sorprendente y no sabemos qué hacer, qué tal si es una noticia horrible o qué tal si el ánimo de alguien más nos afecta tanto como para influir nuestra forma de pensar durante el día.

Qué pasaría si de repente una tarde te dicen que estas esperando un hijo dentro de tu vientre, qué tal si una tarde a tu madre, persona altamente influyente, se le ocurre enojarse sin razón y mandarte a volar en su momento de ira. Qué tal si a tu chico o chica especial se le ocurre tratarte mal, o qué tal si alguien muy especial pasa a mejor vida. A muchos nos pasan estas cosas, unas tal vez no tan frecuentemente, pero estos sucesos sorprendentes  suelen aparecer en los momentos menos indicados. Suelen  mostrarse en momentos de estrés, abatimiento, confusión y crisis además de todas las cosas malas que quieran agregar.

Y en esta ocasión lo que yo les quiero compartir es una frase muy especial que oí o leí en alguna red social de seguro: “Cuando la noche es más oscura es porque el sol está por aparecer”.  Y déjenme decirles que esta es la frase más hermosa y cierta que haya oído, pues a pesar de que no recuerdo donde la encontré nunca la olvido. Esto se debe a que la vida me ha enseñado a que es cierto, muchas veces tendemos a ahogarnos en nuestros problemas  y esto nos puede llevar a pensar en las peores opciones para solucionarlos.

Saben que es lo mejor de todo que siempre, pero siempre hay alguien ahí para ayudarnos y nos demuestra que Dios jamás nos olvida y pone ángeles en nuestro camino para darnos cuenta de lo hermosa que es la vida y estas hermosas personas en el camino nos ayudan a encontrar el coraje para seguir luchando por ella. Pero el problema es saber ver a estas personas, saber confiar en las indicadas y principalmente no dejar que los problemas nos nublen. A veces los peores problemas son los empujones que necesitamos para lograr grandes cosas, dicen por ahí que nunca se nos dará algo que no podamos cargar por lo que solo falta confiar en nosotros mismos. Por último tengan en cuenta disfrutar el presente el hoy, esta hora, este minuto, este segundo que se acaba de ir, yo disfruto escribir, se puede disfrutar la canción que nos hace vibrar, disfrutar el champú cuando nos bañamos, y en algunos casos disfrutar la oportunidad que nos da la vida para ser padres pero aquí y ahora no mañana no ayer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *