Las abortistas no representan a las mujeres

Por: Juan Umaña | El Salvador

«La amenaza está latente, no debemos bajar nunca la guardia no sea que lleguemos a lo que muchos países de Latinoamérica han llegado.»

Desde el año 1977, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 8 de marzo como “Día Internacional de los Derechos de las Mujeres y la Paz Internacional”. De esa manera, se busca recordar la  lucha de la mujer por participar en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo como persona. A medida ha transcurrido el tiempo, muchos países han establecido como día festivo el 8 de marzo  para comprender que la mujer tiene un papel sumamente importante en la sociedad.

Ante dicha realidad surgen organizaciones feministas, que con el pasar del tiempo, se han establecido como un movimiento social. Su objetivo  es “la igualdad de género”,  es decir, lograr la equidad entre las mujeres y los hombres. Muchos han sido sus logros en el ámbito político que las han consolidado como un movimiento muy influyente, sin embargo, estas organizaciones feministas han tomado un camino totalmente diferente a sus ideales. Incongruente, muchas veces, con sus objetivos e incluso hacia el propio bienestar de la mujer.

Quiero citarles un ejemplo real que sucedió en el senado de la República Federativa de Brasil, el día de la Mujer del año 2012:

“Renata Gusson Martins, madre de cinco hijos, participó en la sesión de la subcomisión permanente en defensa de la mujer, una audiencia que fue realizada para debatir las políticas públicas para la salud de las mujeres en Brasil, presidida por las senadoras Ángela Portela y Ana Rita (Partido de los Trabajadores); Lídice da Mata (Partido Socialista Brasileiro). Esta sesión ocurrió en Brasilia, capital de Brasil. Para dicha ocasión, las  senadoras de la subcomisión convidaron mujeres financiadas por la Fundación MacArthur para hablar sobre “salud” de la mujer, pero no extendieron la invitación a las organizaciones de defensa de la vida y de amparo a las mujeres embarazadas. No obstante, aunque no fueron invitadas, las mujeres provida se hicieron presentes en la audiencia, para sorpresa general de las senadoras y de las feministas convocadas. Haciendo uso de la palabra, Renata aseguró  que las abortistas y feministas financiadas por fundaciones internacionales como Rockefeller, Ford y MacArthur, las cuales promueven el avance de la legislación pro- aborto en Brasilia, no representan a la mujer brasileña…”

Renata afirmó que le causaba mucha tristeza observar en aquella fecha especial para las mujeres de todo el mundo, que otras mujeres supuestamente “comprometidas” por el bien común, querían promover el aborto en América Latina.  Según ella, ese grupo “no representa” a las mujeres de Brasil, donde más del 70% de la población rechaza el aborto.

Renata habló solo tres minutos, pero dio su mensaje contundente, sin miedo y con mucho valor. “Las señoras invitadas a dicha audiencia, no representan a la mujer brasileira. ¡Es necesario decir eso!” reafirmo Renata y cuestionó a las senadoras y a las organizaciones feministas que se dedican profesionalmente a la tarea de fomentar, junto al poder legislativo, leyes que promueven la legalización del aborto, de manera especial en el contexto de la Reforma del Código Penal Brasileño.  Imaginó la terrible realidad que, una vez permitido el aborto, tomando como ejemplo a Estados Unidos, la mayor parte de las clínicas serían estratégicamente instaladas en regiones de baja renta y barrios pobres.

Renata continuó diciendo: “la diputada sabe que el aborto en los Estados Unidos es legalizado hasta los nueve meses desde 1973. Y la mayor cantidad de clínicas de aborto se concentran en barrios fuera de la ciudad, donde viven los afroamericanos. Infelizmente, esta es una estructura, un engranaje que se forma para aprobar ese delito en el país. Lastimosamente, secretaria, no hay ningún amor por la mujer ¿Y quién va a morir?” cuestionó Renata. Inmediatamente respondió: “el 50% de los niños abortados son mujeres. Las que van a morir son las mujeres y especialmente las niñas negras… Yo quiero dejar esta manifestación y pedir que las diputadas representen a las mujeres de Brasil y no representen intereses extranjeros, contrarios a los de la población”.[1]

La intervención, corta pero denunciante de Renata significó un verdadero desahogo para la mayoría de personas que rechazan el aborto, no sólo en Brasil, sino en América Latina. En El Salvador, la Constitución de la República es clara: “…reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”. Sin embargo, la realidad es dura y totalmente opuesta. El poder que han obtenido las organizaciones feministas es manipulado por personas que priorizan sus intereses antes que el bien común; y hacen de la mentira una verdad. En ningún momento están pensando en mejorar la condición de vida de las mujeres, al contrario, intentan desmejorarla asegurando que el aborto es un derecho de la mujer y negando a la vez, el inicio de la vida desde la concepción.

Afortunadamente, en nuestro país como en Brasil, somos muchos los que no nos sentimos, ni nos sentiremos representados  si se llegara a aprobar el aborto. La amenaza está latente, no debemos bajar nunca la guardia. Si se ha establecido un día para honrar a la mujer, es para abogar por su bienestar. El aborto jamás será algo bueno para la mujer. ¡Mujeres no permitan que les mientan!, el aborto es un daño irreparable y jurídicamente, un homicidio que está penado. Si tú esperas un hijo, busca ayuda… hay muchos que te extenderán la mano para salir adelante en tu embarazo.

Video intervención de Renata en audiencia:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=6ICqBW9fnpk]

[1] Testimonio extraído del Blog en Portugués: http://bit.ly/Uvospj

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