Voluntariado en crecimiento

Por: Gabriel Rivas | El Salvador

Voluntariado en crecimiento

De acuerdo al Informe sobre el Voluntariado en el Mundo publicado en el 2011 por la UN Voluntarios, en el mundo existen cerca de 140 millones de voluntarios en el mundo. Si los voluntarios  fuéramos un país, seríamos el noveno país más habitado del mundo entre Rusia y Nigeria.

Pero ¿qué es el voluntariado?

“Actividad no remunerada, que vincula a un individuo con sus semejantes, por medio de actos legítimos en pro de la mejora de algún aspecto de la vida de la persona”. Gran definición de lo que es el voluntariado. Dentro de VIDA SV vivimos constantemente este tipo de actos legítimos en pro de la vida.

Aunque es de considerar que muchas veces la percepción del voluntario o en sí del voluntariado, no es conocido por mucho dentro de la sociedad; son como temas tabú o incluso temas de poca relevancia. Algunas veces parece ser que el voluntario sólo es un empleado o ayudante de una ONG que sin conocer exactamente la causa que los vincula “apoya”.

Es triste considerar que dentro de la sociedad, se puedan tener estos pensamientos, cuando en realidad muchas veces es todo lo contrario. Como voluntarios, estamos vinculados a una causa u ONG por temáticas propias y legítimas que nos obligan a conocer e introducirnos más profundamente en la causa. Por lo tanto, el voluntariado más que un número de actividades, es un estilo de vida que no es excluyente con la madurez.

Pero ¿se limita al voluntariado a la causa que “lo inspiró”? No, o por lo menos es mi percepción. Dentro de la causa que nos alimenta, también surge el conocer que realmente hay tantas aristas en el desarrollo de una causa, que es necesario conocer el contexto que la rodea. Por ejemplo el tema pro-vida, en el que inciden tanto componentes de salud, legales, éticos, morales. Es tan amplio que no necesariamente se limita a un tipo de disciplina. Al adentrarse más al tema implica también conocer contextos de otros países,  cómo la lucha pro-vida evoluciona y tantas formas de mejorar la calidad de vida a lo largo del mundo.

Además, esta amplia gama de “hambre de conocimiento” de la causa, implica el cuestionarse internamente sobre la causa y las verdades universales de la misma. Los movimientos debemos ser incentivadores de este tipo de pensamientos. Pensamientos que nos hacen madurar en conjunto, ya que cuestionarse de manera sana y proactiva sobre el desarrollo del movimiento respecto a una causa, demuestra que los valores ciudadanos como la democracia, la participación y la inclusión están presentes. Los movimientos y ONG deben ser ejemplo de la sociedad que tratan de construir desde sus distintas trincheras.

Por lo tanto, nunca pero nunca, los movimientos estamos llamados a instrumentalizar al corazón que bombea esa energía, espíritu, crecimiento a la causa: los voluntarios hemos sido llamados a enamorarnos, crecer, pensar, cuestionarnos y aportar a la causa. Más bien hay que celebrar la individualidad que atrae a cada persona, que con su historia personal, su pasado con altas y bajas ha sentido el deseo de apoyar y aportar para que la causa cada vez se legitimase.

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