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ALERTA El derecho a la vida está amenazado en toda América Latina.

San Salvador, El Salvador

Fundación
Vida SV

La dignidad de la persona humana y el aborto

Por: Kevin Alexander Saltos Pérez

En los últimos años, la dignidad de la persona humana está siendo atentada por diversas leyes que van en contra la misma desde estados primeros de existencia. Hoy en Latinoamérica leyes que promueven el aborto de forma indiscriminada sin las consideraciones éticas correspondientes, ponen de relieve el desconocimiento y el irrespeto de la dignidad de la persona. Este panorama tan poco alentador exige retomar conceptos diáfanos desde la filosofía, la lógica y la ciencia a fin de defender la dignidad humana frente a las diferentes ideologías que reinan dentro de la política de nuestros países.

Desde el punto de vista de los filósofos griegos, el ser humano se distingue por su racionalidad. Tomando como concepto primero esta idea, el hombre debe ser capaz de conocer y comprender no sólo lo que le rodea sino la propia naturaleza humana y las relaciones con sus semejantes. De lo anteriormente señalado, surge la idea de dignidad como un modo de comprender el hombre desde su deber y responsabilidad ante la sociedad. Así, de esta capacidad de ejercer su raciocinio el hombre puede tener un amplio panorama de lo que comprende el ser humano. Para Platón y posteriormente para Tomás de Aquino, el ser humano se compone de cuerpo y alma siendo esta última de primacía porque es la parte más noble del ser (Mayorga & Javier, 2007). Por otra parte, el cristianismo aporta una nueva idea respecto de la dignidad que surge de sabernos hijos de Dios, creados a imagen y semejanza de Él. En pocas palabras, el reconocimiento de la dignidad de la persona es entenderlo desde todas sus dimensiones de ser persona, por el simple hecho de serlo.

Por otro lado, este concepto de dignidad que viene guiado por su capacidad de razonar puede estar en debate cuando consideramos el momento en el que un ser humano empieza a ser tal. Entonces debates donde se discute si el embrión o el feto ya son un ser humano, de quién o qué hablamos cuando tratamos el tema del aborto, o si la mujer puede decidir por lo que está en su vientre, se ponen de manifiesto. En primer lugar, consideramos el embrión como ser humano por la biología detrás del mismo: cada especie de la naturaleza posee una cantidad de pares de bases en su secuencia de ADN y sin embargo, nuestra especie posee una cantidad propia que la distingue de otras especies (3200 Mb) (Verónica & Renán, 2020). El ADN contiene la información genética de cada individuo para su desarrollo: información codificante de proteínas para las diferentes funciones biológicas del ser. Consideremos además, que pocas horas después de la fecundación se da el proceso de síntesis de ADN en los pro-núcleos de los padres, paso previo a la expresión propia del genoma del nuevo ser: un único nuevo ADN (Correa, 2010). Esta información biológica sustenta la idea que es un nuevo ser; la identidad biológica así es signo de la identidad personal y por lo cual, posee dignidad propia. Asimismo, hoy se juzga que la mujer tiene autonomía para decidir por el embrión. La autonomía que como concepto fue introducido por Kant, le “faculta” a la mujer de darse a sí misma las leyes: tomar decisiones sin coacciones  en lo concerniente a su propio cuerpo (Correa, 2010). Sin embargo, este concepto de autonomía es paupérrimo dado que ésta es expresión de la dignidad de la persona humana y está relacionada directamente a la libertad. En este sentido, la libertad y la autonomía no implican realizar actos acorde a nuestro gusto o conveniencia sino que éstas se remiten a la dignidad de la persona que debe guiar su actuar cuidando así de elementos que la conforman: la vida, la salud, la conciencia propia y de los demás. Por tanto, la dignidad tanto de la mujer como del embrión están en juego en materia de moral al abortar.

Actualmente uno de los atentados contra la dignidad humana es el aborto. Leyes que se están legislando en varios de los países de América Latina que buscan el “derecho a abortar”, olvidándose por completo de la filosofía, de la biología del ser humano pero sobre todo, de la dignidad de la persona humana.

Los cuidados paliativos permiten ver el todo del ser humano

Por: Fabiola Mendoza de Rodas

Hoy en día la dignidad humana está desvalorizada, en donde el ser humano vale según lo que tiene materialmente y lo que pueda aportar productivamente a una sociedad (materialmente). Estamos ante una cultura de descarte, donde se prefiere eliminar la vida que tratar con caridad y respeto a la persona.

Los cuidados paliativos, que tienen por esencia la dignidad humana, deben ser la brújula que dirija las acciones que deben de tomarse ante toda persona que esta en un proceso grave de enfermedad. Es por eso que es de vital importancia que los cuidados paliativos sean introducidos en el proceso de formación de las carreras del área de la salud, debido a que se está permanentemente en contacto con personas que pasan por este proceso.  Actualmente la medicina en su gran mayoría está deshumanizada: alejada de suplir las necesidades de los sufrimientos de aquellos que padecen una enfermedad, absorta en la idea de que los avances médicos pueden atropellar la dignidad humana con el objetivo de llegar a un mayor conocimiento y que al final esos conocimientos pueden no llegar a ser un bien a la humanidad sino todo lo contrario seguir desvalorizando la vida.

Los cuidados paliativos cumplen el consejo que San Guiseppe Moscati daba a un joven alumno: “Recuerda, que no solo tienes que cuidar el cuerpo sino también las almas”. Los cuidados paliativos permiten ver el todo del ser humano su cuerpo, sus sentimientos, sus pensamientos, el entorno que les rodea.

Algo importante en los cuidados paliativos es no cruzar la línea hacia el ensañamiento terapéutico. Se debe estar consciente que la muerte es un proceso natural y como tal no se puede evitar, pero si se puede poner los medios para que en el proceso enfermedad-muerte sea vea respetado y valorizado el ser humano. El médico debe tener una buena comunicación con el paciente, a quien se debe por la vocación de ser médico, siendo capaz de escucharle y saber sus deseos, compartirle la verdad acompañada de la compasión, explicarle todos los procedimientos y el proceso de su enfermedad, respetar las decisiones y acompañar en el duelo a la familia.

Aquellos que promueven la eutanasia lo hacen diciendo que esta es el derecho a la muerte digna pero no lo es, la muerte digna es poder contar con los cuidados paliativos.

Promover la eutanasia no hace estar a la vanguardia, nos hace retroceder porque hay un irrespeto a la vida. En lugar de eso se deberían proponer leyes que:

  • Promuevan el respeto a la dignidad humana.
  • Incorporen materias en las universidades que aseguren una educación en cuidados paliativos.
  • Permitan la formación de grupos interdisciplinarios para el apoyo a personas con enfermedades avanzadas irreversibles.
  • Que en hospitales públicos y privados se pueda contar con áreas de cuidados paliativos.

Todas las personas que están pasando por un proceso de enfermedad deben sentirse seguras de que no se les verá como un estorbo o una carga, que no valen menos porque no tienen las mismas capacidades que cuando estaban sanos, sino deben sentirse seguras que tendrán un sistema de apoyo en este proceso y que se les respetará.

La Reproducción Humana y el Método Natural

Por: Lic. Edwin Adalberto Ramírez Montoya

En la actualidad, la sexualidad humana se intenta desligar de la dimensión reproductiva, por lo que es necesario aclarar los puntos en los que se ha ido deformando, tomando como base la moral cristiana. La sexualidad se ha convertido en parte del consumismo moderno haciendo que se vuelva un medio en el que se busca la realización personal sin compromiso. Uno de los factores que ha influido es la falta de información o mejor dicho la falta de educación propuesta por la moral basada en el principio personalista.

La Bioética nos ayuda a llegar a la verdad sobre la dimensión sexual en todo su conjunto, hemos visto cómo se ha dado el divorcio entre el comportamiento sexual y la norma ética. Podemos observar cómo se ha puesto la sexualidad como algo malo o pecaminoso por el simple hecho que se ha desvinculado de su eje central, basado en las características fundamentales del matrimonio, las dimensiones unitiva y procreativa. El problema de fondo lo encontramos en la definición que se le da a la sexualidad, si la ponemos como una parte de la persona o cómo su totalidad.

La visión que se tiene en la actualidad del aspecto sexual, se debe a la influencia de muchas corrientes filosóficas y sobre todo a partir de la revolución sexual de 1968, esto es lo que empuja a poner la sexualidad como un instrumento desligado a la dimensión unitiva y procreativa del amor conyugal, de aquí surgen muchas dudas con respecto a la instrumentalización de las relaciones conyugales y a los procesos para la regulación de los nacimientos, para ello se recomiendan los métodos naturales, siempre y cuando no busquen la instrumentalización del otro.

Dentro de la Iglesia se ha buscado la forma de contrarrestar todas estas problemáticas, su máximo exponente ha sido san Pablo VI con su encíclica Humanae Vitae, sobre la regulación de la natalidad, transmitir la vida humana es un deber propio de los esposos, pero que con lo que ya hemos dicho se ha desvalorizado y se ha relegado esta característica fundamental, al punto de que la materia de sexualidad ahora se ha visto como un simple instrumento, que nos ha hecho llegar a una mentalidad anticonceptiva y abortista, perdiendo el gran valor de la vida, la clave de este documento está en la paternidad responsable, y en no instrumentalizar a la persona, en palabras de Pablo VI:  «La verdadera naturaleza y nobleza del amor conyugal se revelan cuando éste es considerado en su fuente suprema, Dios, que es Amor, «el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra”»(HV 8).

Para comprender mejor el sentido de la sexualidad humana en todo su sentido es necesario tener presente tres principios, de responsabilidad, de la verdad en el amor, y el de sinceridad. Como cristianos y siendo pro-vida debemos buscar la manera de informarnos y no caer en la trampa de las ideologías que lo que hacen es destruir el verdadero valor del aspecto total de la sexualidad humana y que se pueda ver como un don, y de esta manera salvaguardar el verdadero sentido del amor conyugal.

 

Cuidados Paliativos: “Siempre estaré bien, porque Dios me cuida”

Por: William Henriquez

El término Cuidados paliativos lo conocí por medio de la pastoral de la salud que tienen diferentes parroquias. Me parece una practica muy noble, en el cual debemos de participar todos. Desde muy joven tuve la oportunidad de visitar niños del Hospital Bloom, una vez a la semana durante 12 años, me hizo un hombre más fuerte, menos apegado a las cosas materiales, y doy importancia a las cosas que realmente valen la pena, como la familia, amigos, y a vivir el día a día.  No me daba cuenta en lo mucho que podía servir a los niños jugando, cuando me permitían entrar a sus vidas a través del juego, realizaba cuidados paliativos.

Mi ensayo se lo dedico a ellos, a los mas fuertes, y valientes, como me decía Alberto, niño del piso 8 con cáncer “Siempre estaré bien, porque Dios me cuida” ahora el reto es involucrarse, y ser un cambio en nuestra sociedad.

“Cuando el enfermo ve reconocida su singularidad crece aún más la confianza en el equipo médico y en un horizonte positivo”. – Papa Francisco.

¿Qué significa cuidados paliativos?

La doctora Marcela Solorzano, especialista en geriatría y cuidados paliativos, los define como: La asistencia activa y holística, de personas de todas las edades con sufrimiento grave relacionado con la salud debido a una enfermedad severa, y especialmente de quienes están cerca del final de la vida. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes, sus familias y sus cuidadores. Con esta breve definición nos damos cuenta de la nobleza que son los cuidados paliativos, una asistencia en la que participan varios colaboradores: Familia, psicólogo, doctor, y saber en cada paciente las necesidades que puede tener.

En los niveles de desarrollo nos damos cuenta de que hay países que no tienen cuidados paliativos un 42% nos mencionan los mapeos, es preocupante, y en nuestra generación debemos de sumarnos a estas practicas para mejorar la vida de muchas personas que necesitan de que muestren interés en los más vulnerables.

Principios éticos en cuidados paliativos.

  1. Competencias y respeto por los deseos de los pacientes. Los pacientes deben de tomarse en cuenta en las decisiones médicas, que ellos participen en sus derechos, poder tener una atención continua, y mantener la individualidad en todo momento.
  2. Derecho a la honestidad en las interacciones profesionales. Los pacientes puedan ser parte de las decisiones que se toman, que su autonomía no se borre, o se haga de menos, al contrario, involucrar para que se sientan parte importante.
  3. Primacía en la responsabilidad para cada paciente. Ser los primeros en saber la situación que viven, y que se haga parte de toda decisión, aunque sea difícil, ellos deben de ser parte importante.

Los principios son importantes para darnos cuenta de lo valioso que es la dignidad humana. Es un tiempo para actuar, para profundizar en este tema, que no nos mientan, con términos que son mal interpretados, como la eutanasia, esta practica rompe con la dignidad humana, debemos mostrar a las personas que hay esperanza en el dolor, en las dificultades. El tema para tratar debería de ser ¿Cómo le podemos ayudar al enfermo? ¿Qué puedo hacer yo, para que mi familiar, amigo, conocido, se sienta amado?

Que nuestras fuerzas se unan para hacer el bien, para proteger la dignidad de aquellos que sufren, no podemos vivir en un mundo que descarta al enfermo, al adulto mayor, eso le hace mal a nuestra generación, no le permite desarrollarse, porque pierde la memoria del pasado, esa memoria que tienen nuestros abuelos, nuestros adultos mayores.

Me gustaría finalizar mi ensayo dándole gracias a FUNDACIÓN VIDA SV, a la Asociación de Bioética de El Salvador y especialmente al padre Jorge Alvarenga, por darme la oportunidad de participar en el Curso de Introducción a la Bioética, por ser valientes, y defender aquellos que más nos necesitan.

“El control del sufrimiento es la garantía de la medicina y la prueba de su suficiencia … es una prueba en la que la medicina contemporánea falla a pesar del brillo de su ciencia y de su poder tecnológico imponente…

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