Derecho humano al aborto en Europa, una estafa.

Por: Manuel Olano | El Salvador

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El Parlamento europeo recientemente a principios de 2015 emitió una resolución en donde establece y reconoce para su aplicación regional, es decir para los miembros de la UE (Unión Europea) un “derecho humano al aborto”, con el que se pretende  que exista una nueva obligación estatal. Esta resolución surge como producto de peticiones hechas por parte de los parlamentarios Piero Antonio Paseri y Marc Tarabella, quienes se fundamentaron en un “informe”, conocido como “informe Tarabella”. Sin embargo como se explicará, el Parlamento Europeo no sólo no tiene la competencia para establecer una nueva obligación como esta por exceder sus funciones o sus competencias, si no que ningún otro organismo en el mundo ni país puede ejercer ni presiones indebidas  ni puede establecer una obligación estatal con el tema del aborto, por ser un tema exclusivo de cada país en el mundo. Tal cual quedó claro en la Conferencia Sobre Población y desarrollo del Cairo de 1994 cuyo Programa de Acción CIPD establece “cualquier medida o cambio relacionado con el aborto en un sistema de salud, sólo puede ser determinado a nivel local o nacional de acuerdo al proceso legislativo nacional”. Por consecuencia de lo anterior esto debe ser respetado tanto a nivel global como a nivel regional.

La Unión Europea ha sido fundada bajo un principio el cual es fundamental para su funcionamiento. El art. 5 del Tratado de la UE,  consagra un principio de subsidiariedad así mismo el Protocolo Sobre la aplicación de los principios de subsidiariedad y de proporcionalidad reconocen que estos principios son los que rigen todas las actividades  del la UE, así mismo cada tratado está hecho en base a estos, los cuales son principios corolarios al de atribución.

El principio de subsidiariedad pretende determinar el nivel de intervención más pertinente en los ámbitos de las competencias compartidas entre la UE y los Estados miembros, es decir no funciona cuando no son ámbitos compartidos, ni tampoco cuando son temas exclusivos de cada país, más si así se ha quedado  establecido en una plataforma global como la mencionada anteriormente, es decir en el orden del derecho internacional que debe respetarse no sólo no hay ninguna obligación con el aborto, sino que nadie puede crear una nueva obligación para presionar a los países a tenerlo.

Precisamente por estas razones es que con anterioridad el  pleno del Parlamento ya se había negado a apoyar un “derecho humano al aborto” que se encontraba establecido en un informe, conocido como “informe Estrela” por haber sido presentado por la parlamentaria portuguesa Elite Estrela. El rechazo hacia este informe  ocurrió en el 2013 donde dejó claro que la UE no es competente para legislar sobre ello por ser tema exclusivo de los Estados Miembros y por contrariar los principios fundamentales de ésta, en especial el principio de subsidiariedad puesto que la UE es competente cuando son ámbitos compartidos y no los exclusivos de cada Estado Miembro. La salud reproductiva y al planificación familiar son de exclusiva competencia de los Estados miembros.

Además el Tratado de Lisboa es un tratado que refuerza la competencia de los Estados Miembros debido a que expresamente establece que éstos pueden rechazar mediante la impugnación ante el Tribunal de la Unión Europea  una resolución que viola los principios mencionados, para ser específicos, el de subsidiariedad.

Por tanto en esta ocasión no sólo se están saliendo  de las competencias del Parlamento Europeo, sino que se está degradando e irrespetando  el derecho internacional, como muchas veces ha ocurrido precisamente en el tema del aborto, que no está demás decirlo no existe de por sí en el contexto del derecho internacional ni por los instrumentos (ni expresamente ni por interpretación) ni por la costumbre jurídica.

Conociendo esta realidad no sólo una vez más se confirma que sin importar saltarse las reglas del juego el lobby del aborto quiere imponer su agenda a cómo de lugar, olvidando los verdaderos y legítimos derechos humanos de los no nacidos, estableciendo derechos por mucho falsos,  ilegítimos y que no constituyen un real reconocimiento internacional. El Derecho humano al aborto en Europa es toda una estafa.

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